Pensar en los 10 mejores momentos de una vida, es casi una utopía; no obstante, pensar en momentos notables, seguro se asoman los que han sellado nuestros días...
Ajustando y ecualizando el tiempo, el espacio y la memoria, aquí van algunos de ellos:
1- Despertar con un beso...
Estaba profundamente dormida, en un día de vacaciones univesitarias de invierno.
Sentí en mi mejilla lo que me despertó; eran besos, uno tras otro, suaves, pequeños, dulces, tiernos, tibios.
"Me voy mi niñita, siga durmiendo" - dijo mi madre, rumbo a su trabajo.
Seguí durmiendo bajo el encanto de la dulzura, floté en mi ensueño a un terso descanso.
Al pasar el tiempo en forma de años, comprendí que aquellos momentos cotidianos, esos que carecen de motivos y de obvias razones, la simpleza los corona de perpetuidad.
2- El día que repetí séptimo básico. Llegué a casa confundida, triste y abrumada, sumida en mi incomprensión infantil. Estaba mi hermano, quien me preguntó ¿qué sucedía?. Yo le conté.
No recuerdo qué ocurrió entremedio, sólo rememoro que de un momento a otro, nos encontrábamos en el patio
manguereándonos con los uniformes del colegio puestos...
Recuerdo haber olvidado por un instante todo; y también los intentos por entrar a la casa sin ser vistos por mamá, escondidos y goteando tras las
puertas y escaleras.
3- La primera vez que escuché "Adiós Nonino"...notable canción.
