"Ya no iluminan mi hogar
las dos luces encendidas
una quebró el ventanal
de aquella mañana fría
Se apagó su dulce llama
llevándose mi alegría
dejando sangrar mi alma
el dolor de su agonía
El perrito no brinca
y ni el gatito maulla
porque les falta la luz
de aquél que les sonreía
Solo sé que allá en el cielo
muy felíz tiene que estar
y el día en que Dios nos llame
Tú nos vendrás a encantar"
María Olivera Varela