27 abril, 2010

A todo...



El ser humano puede acostumbrarse a todo...
A lo que se quiere y a lo que no;
a los que amamos y a los que no,
a lo que buscamos y a lo que no encontramos;
a lo que nos gusta y a lo que no;
a lo que imaginamos y a lo que no;
a la verdad y a la mentira, al dolor y a la alegría, al silencio, al ruido, a nuestros paraísos y a nuestros infiernos;
a la ausencia, a lo perdido;
a lo que nuestros ojos han visto y a lo que no;
a lo básico, a lo profano, a la enfermedad, a la muerte, a la confusión y lo incierto...
a lo invisible e intangible;
a lo numinoso y a lo explicable;
a la duda y a las respuestas, al buen humor y a los idiotas, a lo burdo y lo delicado, a lo torpe y a lo nefasto...
A todo, incluso a su ser mismo.